La culebra de cola larga

Culebra de cola larga (Philodryas chamissonis)

Es la culebra endémica (solo vive en Chile) más abundante y de mayor distribución en nuestro territorio, encontrándose individuos desde la Región de Antofagasta hasta la Región de Los Ríos.

De contextura delgada, puede alcanzar hasta los dos metros de largo, posee una cabeza alargada con el hocico ligeramente romo, de color generalmente amarillo ocre. Detrás de la cabeza el dorso es recorrido por una banda ancha de color café oscuro que ocupa el ancho de tres a cinco escamas que se continúa sobre la cola. Posee colmillos posteriores y un canal conductor de veneno poco o no desarrollado.

Su reproducción es sexual, ovípara, llegando la hembra a depositar de 6 a 14 huevos. Se alimenta de insectos, anfibios, otros reptiles, roedores, monitos del monte, yacas y aves pequeñas como chercanes y polluelos de aves de mayor tamaño.

Las principales amenazas de la especie se encuentran relacionadas por la invasión de su hábitat producto del avance inmobiliario y turístico; como reptil necesita baños de sol por lo que se acercan a los caminos donde mueren atropelladas, también son víctimas de ataques de gatos y perros y por el miedo de las personas a las serpientes lo que es infundada ya que es una especie esquiva a la presencia humana y por la disposición de sus colmillos es muy difícil que pueda inyectar veneno a una persona.

Es muy beneficiosa para el ser humano ya que brinda un control natural y efectivo a la proliferación del ratón de cola larga que es portador del virus Hanta.

La culebra de cola larga es una especie protegida por lo que su cautiverio, muerte o maltrato está penada por la ley.