Cheflera
La cheflera es una planta que cultivamos principalmente como especie de interior aunque si viven en lugares más calidos puede cultivarse también en el exterior. Es de hojas perennes, si se le da bastante luz y espacio puede alcanzar gran tamaño 2 metros o más, lo que la convierte en una propuesta interesante dentro del hogar. Puedes tener un rincón verde muy frondoso con cuidados realmente muy sencillos; luz, espacio y un poco de riego.
La cheflera, conocida científicamente como Schefflera arboricola, es una planta de interior popular apreciada por su follaje atractivo y su capacidad para adaptarse a condiciones de cultivo en interiores. Aquí tienes algunas características y cuidados para la cheflera:
Características de la Cheflera (Schefflera arboricola):
- Follaje: La cheflera tiene hojas compuestas y palmadas, con folíolos verdes oscuros y brillantes. Cada hoja se compone de varios folíolos que se asemejan a dedos.
- Altura: Puede crecer como un arbusto compacto o como un árbol más alto, dependiendo de las condiciones de crecimiento y la poda.
- Hábito de crecimiento: La cheflera tiene un hábito de crecimiento erguido y suele ser ramificada, formando una estructura que se asemeja a un paraguas.
- Flores: Produce pequeñas flores en racimos, pero raramente florece en interiores. Las flores no son la característica más destacada de la cheflera, y esta planta es más valorada por su follaje.
Cuidados de la Cheflera:
- Luz: Prefiere luz indirecta brillante. Evita la luz solar directa intensa, ya que esto puede provocar daño en las hojas.
- Suelo: Utiliza un sustrato bien drenado y rico en materia orgánica. Las chefleras no son muy exigentes en cuanto al tipo de suelo.
- Riego: Mantiene el sustrato ligeramente húmedo durante la temporada de crecimiento activo. Permite que la capa superior del suelo se seque antes de volver a regar. Reduce el riego en invierno.
- Humedad: La cheflera tolera una amplia variedad de niveles de humedad, pero apreciará niveles moderados a altos. Puedes aumentar la humedad ambiental mediante la colocación de la planta en una bandeja con guijarros y agua.
- Temperatura: Prefiere temperaturas entre 18-24°C. Evita las corrientes de aire frío y las temperaturas extremas.
- Fertilización: Aplica un fertilizante equilibrado durante la temporada de crecimiento (primavera y verano) cada 4-6 semanas. Reduce la fertilización en otoño e invierno.
- Poda: La cheflera responde bien a la poda para darle forma y controlar su tamaño. Poda las ramas que crecen demasiado largas para mantener la planta compacta.
- Protección contra plagas: Esté atento a problemas comunes de plagas como ácaros, cochinillas y pulgones. Limpia regularmente las hojas para evitar la acumulación de polvo.
- Trasplante: Trasplanta la cheflera cuando las raíces llenen completamente la maceta. Hazlo preferiblemente en primavera.
La cheflera es una planta robusta y versátil que puede prosperar en entornos de interior. Siguiendo estos cuidados, puedes mantener tu cheflera sana y atractiva.