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La infusión de té negro con poleo (Mentha pulegium) es una mezcla interesante que combina el poder estimulante y antioxidante del té negro con las propiedades digestivas y refrescantes del poleo, una planta de la familia de las mentas, tradicionalmente usada en medicina natural.
El té negro contiene cafeína (menos que el café), lo cual mejora la concentración y el estado de alerta.
El poleo, aunque no tiene cafeína, tiene un efecto refrescante y ligeramente relajante, que puede ayudar a contrarrestar el nerviosismo de la cafeína en personas sensibles.
El poleo es conocido por sus efectos carminativos (ayuda a eliminar gases) y su capacidad para aliviar dolores estomacales, náuseas y digestiones pesadas.
Ideal después de una comida copiosa o si sufres de digestión lenta.
Como otras mentas, el poleo tiene propiedades antimicrobianas y refrescantes, útiles para el aliento y la higiene bucal.
Puede ayudar a aliviar afecciones respiratorias leves, como la congestión nasal.
El té negro es rico en polifenoles, que ayudan a proteger las células del estrés oxidativo.
El poleo también contiene antioxidantes naturales que refuerzan el sistema inmune.
El poleo contiene pulegona, un compuesto tóxico en altas dosis.
No se recomienda en embarazadas, lactantes ni personas con problemas hepáticos o renales.
Siempre usar en cantidades moderadas y nunca como uso prolongado diario.
1 cucharadita de té negro (o una bolsita)
2–3 hojas secas de poleo (máximo)
Agua caliente (90 °C)
Infusionar por 3–4 minutos